Como informábamos hace unos días, Google, Microsoft, Samsung con Galaxy Gear y recientemente Nissan con su dispositivo Nismo, son algunos de los fabricantes que ya compiten en la carrera de los smartwatches. Durante este verano a punto de concluir, los relojes inteligentes han sido “la ola que viene”, un segmento de mercado que empezaba a transformar el panorama tecnológico como el iPadrevolucionó el mercado de las tabletas. No en vano se calcula que en el próximo 2014 las ventas de estos dispositivos llegarán hasta los 5 millones de relojes de nueva generación vendidos.
Definidos como appcesorios por su finalidad de complementar a los smartphones actuales, los relojes del futuro dispondrán de un software brillante gracias al que muchos están dejando ya volar su imaginación. Así, mientras las grandes firman pulen su propio y fabuloso concepto de smartwatch, los usuarios empezamos a hacer listas con las aplicaciones con las que nos gustaría que estuvieran equipados.
Imprescindible, sin ir más lejos, un servicio de música streaming. Si se quiere Google Play Music All Access, o si no Spotify o en su defecto Xbox Music, pero necesitaremos plataformas de este tipo que nos permitan acceder de forma sencilla e intuitiva desde nuestro reloj inteligente a sus bibliotecas multimedia.
Y quién no se imagina un dispositivo de bolsillo (en este caso concreto de muñeca) sin un servicio de geolocalización como Foursquare, con el que saber con tan solo un imperceptible giro de mano si algún amigo está por los bares de la zona para pasar y saludarle; o un sistema de navegación como Google Maps, que nos permita manejarnos por una ciudad desconocida con la única ayuda de nuestro discreto smartwatch.
Efectivamente, las ideas sobre lo que los smartwatches deberían ofrecernos surgen sin casi darnos cuenta, como en una fantasía tecnológica sin fin. Aplicaciones hay cientos, y todas serán bienvenidas en estos nuevos dispositivos, pero sobre cualquiera de ellas hay una que no perdonaremos: la app para iOS yAndroid de Starbucks. Dicho esto, sigan soñando.
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