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Solo en los primeros cinco meses de este año, los paquetes de comunicaciones de telefonía fija, móvil e Internet, los todo en uno, se han más que duplicado. Hay más de tres millones, a razón de 340.000 altas al mes. Paralelamente, en 2012 se perdieron más de 2,5 millones de líneas móviles, y esa caída se ha visto incrementada en lo que va de año. Empujados por la crisis, los consumidores están pasándose mayoritariamente a los combos en busca de ahorros. ¿Les espera un futuro negro a las compañías que solo ofrecen telefonía móvil?
Aparentemente, el creciente interés de los consumidores por unificar su factura de telecomunicaciones pudiera servir para contestar a la segunda pregunta. Pero otro dato tira por tierra esa teoría: durante el mes de abril, y por primera vez en la historia, los cuatro operadores con red (Movistar,Vodafone, Orange y Yoigo)perdieron abonados (casi 350.000 entre los cuatro). Por el contrario, los operadores sin red (conocidos como operadores móviles virtuales, OMV), aquellos que usan una red ajena y revenden los servicios a sus abonados, fueron las únicas compañías que ganaron líneas (219.297). El batacazo móvil de los tres operadores que ofrecen paquetes (con banda ancha fija incluida) fue histórico: Movistar perdió 214.059; Vodafone, 107.210 y Orange, 15.467.
La aparente paradoja de los datos se explica escarbando un poco en ellos. Aunque la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) no desagrega la ganancia de cada operador móvil, lo cierto es gran parte de ese éxito de los OMV se debe fundamentalmente al tirón de dos compañías:Jazztel y Ono. Ninguna de las dos comercializa el móvil salvo para sus clientes de banda ancha, es decir, que su éxito se basa precisamente en el empaquetamiento. Una estrategia que también está funcionando en los cableros regionales como R Cable o Euskaltel, que se han hecho con una buena cartera de clientes de móvil.
Así que cabe deducir que los que verdaderamente están sacando partido de la crisis son las compañías con red fija propia que han creado un OMV (usando una red móvil ajena), mientras que tanto los grandes operadores que cuentan con red fija y móvil (Movistar, Vodafone y Orange) como los revendedores solo de móvil están sufriendo en sus cuentas los efectos de esa caída del consumo.
Pepephone es el que tiene menos letra pequeña 
Las cifras son incontestables. Ono ha pasado de tener poco más de 100.000 líneas de móvil en abril de 2012 a más de 600.000 a fecha de hoy. Jazztel ha sobrepasado los 700.000 clientes y se plantea alcanzar los 2,5 millones en cuatro años. Ambos operadores son desde finales de 2012, y mes tras mes, los campeones de la portabilidad, el mecanismo que permite cambiarse de compañía conservando el número. En mayo, Jazztel consiguió 74.468 y Ono, 61.463. A mucha distancia, Pepephone, un operador solo móvil, logró 10.476, mientras Movistar y Vodafone perdían casi 170.000 clientes.
“Una característica propia de las ofertas convergentes es la tarifa plana en el servicio móvil, que permite hablar los minutos contratados sin horarios, cualquier día de la semana, entre diferentes operadores y sin establecimiento de llamadas. En el caso de las OMV que solo ofrecen servicio móvil, tienen tarifas que vienen con consumo mínimo en torno a los 5 o 6 euros en los que la voz no está incluida. Si hacemos una comparativa con los consumos medios de voz que reporta la CMT, la tarifa final suele ser más elevada, al tarificarse la voz y el establecimiento de llamada en la mayoría de los casos”, explica Juan Baviano, gerente de marketing de Ono.
Una versión con la que no están en absoluto de acuerdo los OMV, algunos de los cuales acusan a Jazztel y los cableros de subvencionar el tráfico móvil como método de captar o retener a sus clientes de fijo e Internet. “Antes regalaban terminales; ahora también te regalan el consumo del móvil para que no te vayas. Y no van a poder mantenerlo durante mucho tiempo porque lo van a notar en sus cuentas”, indica Pedro Serrahima, consejero delegado de Pepephone.
Vodafone cuenta con una tarifa plana muy amplía aunque cara
“Las ofertas convergentes pueden ser interesantes solo para clientes que usan todos estos servicios todos los días, ya que requieren cuotas altas todos los meses”, indica Meinrad Spenger, consejero delegado de Masmóvil. “Estas ofertas suelen tener mucha letra pequeña, reduciendo así el beneficio real para los clientes: incluyen solamente pocos minutos y/o pocos datos (MB), cobran caro cualquier consumo adicional, tienen cuotas elevadas de alta y de cancelación de la portabilidad y cobran por el establecimiento, por lo tanto, las llamadas no salen gratis, y el precio de los SMS es muy caro”.
Pepephone, uno de los pocos OMV que está aguantando el tipo con 400.000 clientes, presume de tener las tarifas más claras, sin letra pequeña y sin publicidad engañosa. “Eso de la convergencia es un invento para ofrecer a alguien un servicio que no desea y un presunto descuento que no ha pedido”, señala Serrahima. “Nosotros damos móvil y ADSL por separado, y cada uno contrata lo que quiere y se va cuando quiere. Y cuando bajamos los precios no lanzamos una campaña, simplemente se los aplicamos a todos los clientes, aunque no lo soliciten. Y si hay una reclamación, primero devolvemos el dinero y luego investigamos”.
Tuenti Móvil, el virtual propiedad de Telefónica, también crece rápidamente. Juega la baza de su red social y se centra en datos y en iniciativas como Zerolímites, que permite seguir hablando por voz sobre Internet (VoIP) durante un mes cuando se acaba el saldo. “Hay que ir más allá de las soluciones que aporta una teleco tradicional, como paquetizar servicios y bajar tarifas”, precisa Sebastián Muriel, vicepresidente corporativo. “Apostamos por una respuesta basada en tecnología y no en tarifas. De hecho, no hemos tocado los precios en todo un año”
La cuarta generación de móviles (4G), que permite una velocidad diez veces superior a la actual, puede volver a cambiar el panorama, otorgando un nuevo protagonismo a los cuatro grandes operadores con red, siempre que la CMT no les obligue, como ha hecho hasta ahora, a revenderlo a los OMV a un precio mayorista fijado. Los operadores con red se quejan de que se prime el parasitismo frente a la inversión. El 4G puede ser el último cartucho para evitar la fuga de clientes.