http://youtu.be/dk3oc1Hr62g
Google lo tiene claro: “Una milla de conducción urbana es muchísimo más compleja que una milla de conducción por autopista”. Por eso, el gigante de Internet se está esforzando en entrenar a sus Google Cars, uno de sus proyectos más ambiciosos, para que aprendan a defenderse sin conductor no solo en carretera, sino también por la ciudad.
De momento, como explica el responsable del proyecto de Google Car, Chris Urmson, en una entrada en el blog oficial de la compañía, estos coches “autoconducidos” están empezando a circular por las calles de Mountain View, la localidad californiana donde Google tiene su sede central. Pero el objetivo es, precisamente, identificar y aprender patrones aplicables a cualquier otra ciudad del mundo, como puede verse en este vídeo en el que el coche, por cierto, circula sin conductor, pero sí con dos pasajeras en el asiento del piloto y el copiloto.
Según Urmson, los Google Cars ya han registrado miles de millas solo en Mountain View, a lo largo de las cuales el gigante de Internet ha trabajado para mejorar su software, que ahora es capaz de detectar cientos de objetos al mismo tiempo, desde peatones a autobuses, pasando por un guardia de tráfico que sostiene una señal de ‘Stop’ a un ciclista que nos hace un gesto para que le dejemos pasar.
Pese a su apariencia caótica y azarosa, una calle de ciudad es “fácilmente predecible” para un ordenador, afirma Urmstrom. “De todos los miles de situaciones diferentes con las que nos hemos topado, hemos construido distintos modelos de software que nos dicen qué podemos esperar, desde lo más probable (un coche que se para en un semáforo en rojo) hasta lo menos probable (otro que se lo salta)”, explica el responsable de Google Car.
“Una calle de ciudad en hora punta puede dejar al más experimentado de los conductores irritado y con las manos sudorosas”, asegura Urmson. Sin embargo, continúa, un coche “autoconducido” es capaz de prestar atención “a todas las cosas que suceden en la carretera de una forma imposible para los humanos y, además, nunca se cansa ni se distrae”.
Aun así, existen todavía muchos cabos por atar en el proyecto Google Car. “Todavía nos quedan muchos problemas por resolver”, reconoce Urmson, “empezando por conducir por más calles en Mountain View antes de aventurarnos a otras ciudades”. Pero, de todas formas, insiste el responsable de este proyecto de automoción, “los miles de situaciones a las que ya nos hemos enfrentado a lo largo de estos dos años ya pueden ser resueltas de forma autónoma por nuestros vehículos”.
Google lleva años trabajando en su proyecto de automóviles sin conductor, desde que, en 2005, un grupo de 15 de sus ingenieros creasen, en el Stanford Artificial Intelligence Laboratory, el vehículo Stanley. Desde entonces ha llovido mucho, lo suficiente para que ya el pasado mes de noviembre Urmson se atreviera a afirmar que, tras más de 300.000 millas (482.800 kilómetros), los Google Cars ya conducían “mejor que tú y que yo”.