Twitter se desveló, hace tiempo, como un potentísimo altavoz para la movilización social. El movimiento 15M y la Primavera Árabe así lo atestiguaron. Sin embargo, lo que empezó a preocupar este año a Facebook no fue el poder de convocatoria que su competidora exhibía en la calle, sino delante de la televisión.
Así lo han reflejado los comunicados y notas de prensa con los que la red social de Zuckerberg anunció, hace unos meses, dos de sus actualizaciones más significativas de 2013: los hashtags y lostrending topics, directamente importados de Twitter, que los incorporó desde su nacimiento pero descubrió, también hace muy poco, su potencial de cara a la social TV.
Ahora que la audiencia se mide en tuiteros y que cada vez más espectadores ven la televisión con el móvil o la tableta en la mano, Facebook quiere dejar claro que también cuenta con su propio prime-time, conformado, por ejemplo, por los 88 millones de estadounidenses que interactúan en Facebook durante la Superbowl o los 1,5 millones de menciones que en esta plataforma obtuvo el último capítulo de Juego de tronos. Facebook anunció, también, que, desde ahora, enviará informes semanales con los ‘me gusta’, comentarios y ‘compartidos de cada episodio o programa a las cuatro mayores televisiones norteamericanas: la ABC, la NBC, la Fox y la CBS.
Son los argumentos que la red social ha puesto encima de la mesa para posicionarse ante los anunciantes.Y es que, aunque el poder de estas dos redes sociales ha quedado más que constatado, ahora ha llegado el momento, piensan sus responsables y los actores de la Bolsa, de monetizarlas. Hacia esa dirección han apuntado, prácticamente, todas las actualizaciones presentadas este año por Facebook: a cuantificar y explotar el valor de cada centímetro de su muro de noticias, en el que también se mostrarán anuncios en vídeos con reproducción automática y un formato muy televisivo: 15 segundos.
Facebook, ¿nuestro periódico personalizado?
Pero no solo en eso busca la red social parecerse, un poco más, a Twitter. En los últimos meses, la compañía de Zuckerberg ha implementado o anunciado nuevas funcionalidades que quieren promover la lectura de noticias entre sus usuarios. Los estudios que aseguran que Facebook no es el favorito de los infoadictos, sino Twitter, no han desanimado a los ingenieros de la compañía, que, durante 2013, han establecido un significativo acercamiento con los medios de comunicación que cuentan con páginas en la red social.
Quieren ayudarles, por ejemplo, a que sepan cuáles de sus publicaciones funcionarán mejor o se viralizarán más, y también piensan facilitar, según los últimos rumores, que sus lectores dispongan de la posibilidad de guardar los enlaces que comparten para leerlos más tarde.
Ésta última parece una actualización sencilla, casi inapreciable; sin embargo, nos dice que Facebook no solo se ha dado cuenta de que la gente lee las noticias en Twitter, sino que también es consciente de que la avalancha de información del timeline de esta red es demasiado para muchos usuarios, y se ha dispuesto a remediarlo. Es decir, que imita a la competencia, pero tratando de suplir sus carencias.
Un Facebook más público (o menos íntimo)
Mientras muchos le dicen a Twitter que no es lo suficiente mainstream como para alcanzar los más de 1.100 millones de usuarios de Facebook (la red social no llega todavía a los 300 millones), Facebook toma nota de la idiosincrasia de los 140 caracteres y enfoca su plataforma más hacia lo público, con menos opciones para la privacidad. 2013 ha sido el año en el que nos hemos enterado de que la red de Zuckerberg elimina las restricciones de actualización para menores y de que, a partir de ahora, no permitiría que sus usuarios restringieran su aparición en sus resultados de búsqueda.
En el parqué y en el punto de mira
2013 ha sido, asimismo, el año en el que Facebook ha visto, por fin, cómo sus acciones recuperaban, en julio, el valor de su salida a Bolsa, y también en el que ha visto como su competidora se lanzaba al parqué. 2013 ha sido, además, el año de la polémica sobre el reconocimiento facial, en el que se empezó a sospechar que, con sus nuevas actualizaciones, la red social planeaba crear una gran base de datos para su uso interno a partir de nuestras fotos de perfil, algo que, unido a la revelación de que los gobiernos europeos le habían solicitado información sobre 10.000 usuarios y, el estadounidense, alrededor de 12.000, intranquilizó a muchos internautas.
Aunque, a juicio de los creadores de la web ‘The Zuckerberg Files’, un observatorio público de todos los movimientos del creador de la red social al servicio de la ciudadanía, creado también este año, todo responde a una estrategia de comunicación ya consolidada en la red social: que siempre anuncia cambios en la privacidad que escandalizan a los usuarios para, después, recular ligeramente, demostrar que ha escuchado a su público y llevar cabo, con unos cambios mínimos, lo que tenía pensado en un primer momento. Estaremos atentos a los globos sonda del 2014.