Como la mayoría sabréis Xiaomi es un fabricante chino de smartphones. El mismo arrancó su actividad allá por el 2011 con la comercialización del terminal Mi-One, y a partir de aquí es cuando las cosas se ponen interesantes porque transcurridos poco más de dos años de aquello hoy podemos decir sin temor a equivocarnos que la compañía ya es una de las más importantes del sector.
Así lo sustentan los últimos datos compartidos por Lei Jun, padre de la criatura, en las últimas horas. En concreto ha desvelado que en los primeros tres meses de 2014 han vendido 11 millones de dispositivos, lo que supone un 160% de crecimiento de ventas respecto a los 18,7 millones de smartphones comercializados en 2013 y superar todas las previsiones (las más optimistas hablaban de 15 millones de unidades), y que los ingresos han subido un 150% en comparación con los del mismo periodo de hace un año.
Y no se queda ahí la cosa, porque siguiendo con las previsiones Jun también ha explicado que según sus cálculos en el peor de los escenarios posibles cerrarán el 2014 con 40 millones de unidades de teléfonos inteligentes vendidas -que fácilmente serán 60 millones-, unos beneficios que rondarán los 11.000 millones de dólares y que en 2015 esperan alcanzar la cifra mágica de 100 millones desmartphones distribuidos.
O sea, que en muy poco tiempo y partiendo de la nada Xiaomi ha conseguido posicionarse como un fabricante de smartphones de peso, que salvo hecatombe inesperada pronto se codeará con los más grandes de la industria.
Ante lo anterior la pregunta obvia es cómo lo han logrado. Responderla no resulta nada fácil ya que son muchos y variados los factores que han influido. Nosotros nos quedamos con los siguientes tres, que son los que creemos que más han ayudado a Xiaomi a llegar hasta donde está: uno, la aceleración en China del proceso de sustitución de dispositivos “normales” por teléfonos inteligentes, dos, la expansión de la empresa a otros mercados más allá del chino -han empezado hace poco y sólo en países del sudeste asiático pero sin duda eso ha ayudado a los buenos resultados del 1T de 2014-, y tres, la balanza perfecta de todos sus terminales entre precio y prestaciones.
Ya veremos qué tal les van las cosas al final en el futuro, si por ejemplo sus estrategias funcionan también igual de bien en mercados como el latinoamericano, al que llegarán pronto, que en los asiáticos. Lo que sí está claro es que hoy por hoy Xiaomi va viento en popa y a toda vela.