Hace más de treinta años que las primeras operadoras móviles comenzaron a dar servicio y, durante casi todo este tiempo, la inmensa mayoría de usuarios ha contado con alguno de los llamados feature phones.Dispositivos baratos y sencillos que se centraban en dos apartados: la recepción y realización de llamadas, y la recepción y envío de mensajes SMS.
El concepto de smartphone tardó en llegar. A principios de la década de los 2000, Microsoft trató de impulsar el concepto tras la fiebre de las PDAs y los Pocket PC. Aquellos primeros smartphone tenían competidores en algunos modelos avanzados de Nokia –reina absoluta del mercado feature phone–, pero su relación entre precio y prestaciones no convencía a demasiados usuarios.
Entonces, en 2007, llegó el iPhone. Todavía cuando existían terminales muy potentes, los smartphones dieron un paso de gigante con la introducción de los teléfonos móviles de Apple y, sobre todo, con su combinación de soporte táctil, sistema operativo y mercado de aplicaciones.
Buena parte de las grandes empresas tecnológicas comprendieron que ese era el camino a seguir y se esforzaron para avanzar en ese terreno. Google fue quien más contribuyó al crecimiento del mercado con su sistema operativo libre (más o menos) y gratuito. Android era inferior a iOS en sus inicios, pero sus creadores supieron acortar distancias e igualar –o superar, según quién opine– a la fantástica plataforma móvil de Apple en los últimos tiempos.
No obstante, lo que proporcionó Android fue un componente esencial para la democratización y popularización definitiva de los smartphones. Los fabricantes se volcaron en la producción de smartphones, cada vez mejores, cada vez más capaces, y sobre todo, cada vez con mejor relación calidad/precio. Ya (casi) nadie quería tener un teléfono sencillo en países desarrollados, y la fiebre del smartphone quedó patente.
Y los smartphones conquistaron el mundo
El éxito de este mercado no podía tardar mucho en verse cristalizado en datos de cuota de mercado. En realidad esos datos han tardado en hacerse realidad pero, la reputada consultora Gartner lo certificó hace unos días. Los smartphones se vendieron por primera vez más que los teléfonos sencillos en el segundo trimestre de 2013.
Es la primera vez que ocurre algo así en el mercado de la telefonía móvil y, esto supone un claro salto cualitativo y cuantitativo en un mercado que ha demostrado su validez en prácticamente todas las áreas del conocimiento y la actividad humana. La movilidad lo conquista todo, y los smartphones (y tablets) son el instrumento (o el arma, según se mire) de esa conquista.
Los últimos estudios de Asymco también revelan datos muy curiosos al respecto. En enero de 2013 publicaban un informe en el que indicaban que en 2012 31 millones de estadounidenses se apuntaron al uso de los smartphones. Esta tasa de migración a teléfonos inteligentes (550.000 a la semana, según esos mismos datos) se ha mantenido desde hace más de dos años.
Este informe contrasta con otro igualmente destacable en el que, los responsables de Asymco, estudiaban las claras consecuencias de ese ritmo de adopción de smartphones: en los Estados Unidos la penetración en este mercado es ya superior al 50% y se espera que a finales de 2014 roce el 80%. La saturación está cercana… pero sólo en EE.UU. y otros países desarrollados. Queda una conquista por delante.
Los emergentes sucumben al teléfono inteligente
En este explosivo crecimiento del mercado de los smartphones, jugarán un papel fundamental los países en vías de desarrollo y mercados emergentes en los que, hasta ahora, el acceso a soluciones tecnológicas de este calibre estaba muy limitado.
Sin embargo, Android y otras plataformas móviles están llamadas a cambiar esto. El feature phone tradicional en estos países también desaparecerá ante la avalancha de terminales inteligentes cada vez más baratos y versátiles. Curiosamente no hemos visto, de momento, una apuesta real de Google y Android (y de los fabricantes) en este terreno, pero el futuro Android 5.0 podría tener ese mayor eficiencia, sobre todo en hardware más limitado, perfecto para esos países, uno de sus focos de atención según los rumores.
Android, desde luego, no será la única opción. Firefox OS, el sistema operativo desarrollado por Mozilla en el que colabora Telefónica, ha sido ya presentado en varios países junto a dispositivos como el ZTE Open. Este smartphone de gama baja supone un gran ejemplo de la propuesta de estas compañías, una propuesta que ya ha sido acogida por diversas operadoras y fabricantes y que podría situar a Firefox OS como el sucesor de Nokia en esos mercados emergentes.
La apuesta es clara: los smartphones acabarán conquistando todo el mundo. Por tanto, no se trata ya de si lo podrán hacer o no. La pregunta es, cuánto tardarán en hacer que el feature phone quede relegado a ser un mero objeto de coleccionista.