Si hay una ciudad en nuestro continente cuya evolución en los últimos años indique que puede optar al título de ‘Silicon Valley Europeo’ esa es Berlín. La capital alemana es ya un hervidero de emprendedores y jóvenes-pero-exitosas empresas tecnológicas. En los últimos siete años ha visto nacer casi medio millar de empresas digitales, y ahora aspira a generar 30.000 nuevos puestos de trabajo en el sector gracias a la aprobación del Plan Deutschland Digital 2015.
Éstas y otras cifras (como que uno de cada siete trabajadores del sector tecnológico berlinés en su propio jefe) aparecían recogidas en el informe “StartingUp Berlin” del periódico local Berliner Mongenposten. En él se señalaba también una de las grandes limitaciones de crecimiento que ha tenido Berlín en su ascenso al trono europeo de la tecnología: un deficiente acceso a créditos bancarios. ¿Quién sabe dónde estarían ya si la crisis financiera no se hubiera cruzado en su camino?
Entre las compañías protagonistas del sector podemos mencionar a eDarling, Soundcloud (nacida en Estocolmo, pero ‘emigrada’ a suelo alemán pocos meses después), Groupon, Research Gate (de la que ya os hablamos aquí), Zoobe, Wooga o Rocket Internet. Ésta última merece una mención a parte: Rocket es la gran incubadora alemana de start-ups, y ha dado a luz a algunas de ellas que hoy son empresas consolidadas y de éxito como la ya citada eDarling, Zalando, Wimdu o Citydeal. Alexander Kudlich, su CEO, ha abierto ya tres oficinas en Berlín desde las que está ejerciendo un papel fundamental en la imparable construcción del ‘Berlín digital’.
Alemania, un microclima de talento
Pero el sector digital no florece únicamente en Berlín, como si de un extraño microclima de talento y condiciones socioeconómicas se tratara: Der Tagesspiegel avisaba el año pasado de que tanto Múnich como Hamburgo vienen pisando fuerte en creatividad y ritmo de creación de empresas. Quizá no sea cosa de un único ‘valle’, sino de la cultura empresarial de todo un país. Dicho eso, Berlín sigue teniendo en sus manos dos grandes elementos positivos que han sido determinantes en éxito presente. El primero es que, hoy por hoy, tanto la propiedad inmobiliaria como los costes laborales de los jóvenes con más talento se mantienen por debajo de los de Silicon Valley y las grandes ciudades asiáticas; el segundo, que la cultura alternativa que nació en las Alemanias previas a la reunificación no dejó de desarrollarse, y actualmente representa un gran reclamo para lo que Richard Florida llamó “las clases creativas”.
En declaraciones a la BBC, Ciaran O’Leary (socio de la firma de capital de riesgo Early Bird) afirmaba que “Berlín todavía es un ecosistema muy joven y pequeño, pero su trayectoria es increíble: creo que aún necesita un par de años más para estar realmente en la cima”.