Muchas veces nos quejamos de la velocidad de nuestro intenet, pero también es cierto no ofrecemos la atención adecuada a nuestro router.
El router es uno de los dispositivos esenciales en casi cualquier hogar en la actualidad porque, gracias a ello, los miembros de la familia pueden disfrutar de conexión WiFi. No obstante, son muchos los que no le dan la limpieza que este aparato tecnológico necesita para que siga funcionando como el primer día.
Para que un router no acumule polvo, grasa o suciedad que puede repercutir negativamente en su funcionamiento, lo aconsejable es limpiarlo adecuadamente de vez en cuando.
Pero, ¿cómo se hace?
Para ello lo mejor es utilizar un paño seco que no deje residuos y tenerlo desconectado si pensamos darle una pasada a cables y conectores.
Aunque estos dispositivos no siempre tienen una misma disposición de sus partes, el primer paso sería localizar dónde se encuentra su rejilla de ventilación. Esta puede estar en la parte delantera, a lo largo de todo el router o en la parte trasera. Se trata de agujeros o rayas que permiten que el aparato no se sobrecaliente.
Una vez que se haya encontrado, se debe buscar un lugar de la casa en la que no se acumule mucha suciedad, que no tenga demasiada humedad y que no tenga contacto directo con la luz del Sol ni con el calor de otros electrodomésticos. Allí, asegúrate que el router está completamente desconectado.
Seguidamente, utiliza un trapo para limpiar seco la parte externa del dispositivo. En el proceso, es recomendable que la persona tenga especial cuidado con las rejillas de ventilación para no introducir la suciedad en el interior.
A continuación, usa un bastoncillo o algo más fino que un paño para retirar el polvo u otros elementos que se hayan podido meter en los conectores de la parte trasera. Esto se debe hacer con delicadeza, para evitar daños en las conexiones.
Si la suciedad se ha acumulado en las entradas para el cable de la fibra óptica o del teléfono fijo, lo aconsejable es usar aire comprimido o un limpiador de contactos en spray. Así, quien limpia se asegura de que lo hace correctamente y sin dañarlo.
Una vez que termines este proceso, el router estará completamente limpio y se podrán volver a conectar todos los cables para usarse de nuevo. Puede que la razón por la que inicies esta limpieza se deba a que la señal WiFi ya no es la misma que al principio, sin embargo, si con esto no consigues arreglarlo, es recomendable acudir a un profesional.